"El Impreza de segunda generación se desarrolló junto con el modelo de especificaciones de rally".
Un año después de que se presentara el potente Spec C, Subaru no perdió el tiempo retocando el nuevo Impreza y le aplicó un bisturí en el frontal tras sólo dos años en el mercado. Los faros redondos fueron un fracaso, ya que alejaron a muchos compradores fieles, por lo que la compañía los sustituyó por unos de aspecto más convencional en forma de lágrima.