
La empresa Volkswgen realizó una importante renovación en el Volkswagen Fox, un vehículo que tuvo sus orígenes en julio de 2004 con una buena aceptación en el mercado y que fue desarrollado con la premisa del diseño en torno al pasajero, combinando funcionalidad, espacio interior y diseño.
A simple vista el nuevo Volkswagen Fox sorprende con una línea más agresiva y con la nueva tendencia de la marca en cuanto a su frontal. En nuestro caso tomamos contacto con el nuevo Volkswagen...
La empresa Volkswgen realizó una importante renovación en el Volkswagen Fox, un vehículo que tuvo sus orígenes en julio de 2004 con una buena aceptación en el mercado y que fue desarrollado con la premisa del diseño en torno al pasajero, combinando funcionalidad, espacio interior y diseño.
A simple vista el nuevo Volkswagen Fox sorprende con una línea más agresiva y con la nueva tendencia de la marca en cuanto a su frontal. En nuestro caso tomamos contacto con el nuevo Volkswagen Fox 1.6 Comfortline en color blanco cristal.
El Volkswagen Fox destacó desde sus inicios por sus grandes superficies acristaladas y por un cuidado diseño exterior con unas dimensiones de 3.823 mm de largo, 1.641 mm de ancho y una distancia entre ejes de 2.465 mm.
Tiene llantas de aleación de 17 pulgadas (de serie) y 5 radios con 5 tornillos de fijación y tapones de plástico que los ocultan, calzadas con neumáticos 215/45 R-17.
En la parte trasera se encuentran las ópticas de nuevo diseño con luz antiniebla incorporada, a ambos lados del portón central, que se ha mantenido sin cambios. Sobre el portón trasero destaca el spoiler con tercera luz de freno.
El nuevo parachoques totalmente pintado en el color de la carrocería tiene una carcasa de patente con líneas más rectas, en la parte inferior los plásticos reflectantes conocidos comúnmente como ojos de gato y más abajo a la derecha se sitúa el gancho de remolque.
Mientras que el exterior del Fox se ha visto mejorado principalmente por los cambios realizados en el frontal, el aspecto que más destaca del nuevo Volkswagen Fox es el interior completamente rediseñado y renovado.
El nuevo Volkswagen Fox está homologado para transportar a cinco ocupantes con un buen acceso interior a las plazas delanteras y traseras. Los elementos del interior se han elegido con materiales de muy buena calidad y acabado, proporcionando a los pasajeros de las plazas delanteras confort y bienestar.
El puesto de conducción es alto, aunque cuenta con la posibilidad de regular la altura del asiento, lo que unido a la regulación de la altura y profundidad del volante permite encontrar una posición adecuada para el conductor.
Tiene una buena visibilidad desde el interior con retrovisores exteriores de generosas dimensiones, plegables y con ajuste manual.
Los asientos traseros tienen la posibilidad de acomodar a tres ocupantes, aunque la comodidad del tercer pasajero se ve dificultada por el túnel central. Sólo tiene dos reposacabezas y el tercer pasajero sólo dispone de cinturón de seguridad.
Los asientos traseros de la versión confort son abatibles de forma integral y no bipartita como en las otras versiones.
La capacidad del maletero es de 260 dm2 y en la parte interior del maletero bajo la moqueta aloja la rueda de repuesto del mismo tamaño que las permanentes, siendo la llanta de chapa y alojando en su interior un molde con el crique y la llave para quitar los tornillos.
Otro punto que caracterizaba al Volkswagen Fox era el número de compartimentos y este modelo no es una excepción. Desde cajones bajo los asientos delanteros, posavasos y revisteros en las puertas y redes en los laterales del maletero entre otros.
El diseño del salpicadero es el mayor cambio que cayó más que bien, yo diría excelente, por estética, materiales, diseño y calidad de acabados. Nuevo salpicadero, nueva instrumentación que ampliaremos en concreto, nuevo volante con mando satélite para radio y telefonía, nuevas toberas de salida de aire, equipo de audio, guantera cerrada, etc., como conclusión este apartado Excelente y con mayúsculas.
La instrumentación es otro de los cambios que el público pidió y Volkswagen cumplió. Un salpicadero moderno que equipan incluso los modelos de gama más alta de la marca, con dos esferas circulares de mayor tamaño con el cuentarrevoluciones a la izquierda y el velocímetro a la derecha y en su interior dos instrumentos más pequeños en la parte inferior que marcan la temperatura y el nivel de combustible respectivamente. Entre los dos instrumentos más grandes hay un grupo que muestra el reloj, el ordenador de a bordo, la temperatura exterior y el kilometraje parcial y total.
En cuanto a la pantalla nocturna la marca ya nos tiene acostumbrados con buen gusto a la iluminación en azul para el fondo y las agujas en rojo pudiendo variar la intensidad de la misma con un interruptor que se encuentra en la parte inferior del panel.
El equipamiento del nuevo Volkswagen Fox está pensado para ofrecer confort y buenas sensaciones al volante. Recordemos que la versión probada por 16 Válvulas es la Comfortline siendo el nivel de equipamiento más bajo.
Dispone de aire acondicionado, asiento trasero abatible, ordenador de a bordo, dirección asistida, filtro antipolen, radio con CD-MP3 y Bluetooth, con alojamiento para tarjeta SD y USB, limpiaparabrisas, luneta térmica, columna de dirección regulable en altura y profundidad, asiento del conductor regulable en altura, alerón trasero, volante con regulación en altura en profundidad y multifunción.
El nuevo Volkswagen Fox se comercializa en cuatro niveles según su equipamiento: Conforline, Confortline Pack, Trendline, Highline y Pepper siendo nuestro vehículo de contacto el menos equipado y este elemento de seguridad es el que más duele, aunque el sistema ABS es opcional.
Dispone de cinturones inerciales delanteros de tres puntos regulables en altura, dos cinturones laterales traseros de tres puntos y un cinturón abdominal central, inmovilizador electrónico y tercera luz de freno.
La suspensión delantera es independiente tipo Mc Pherson, amortiguadores telescópicos de doble acción, muelles helicoidales y barra estabilizadora, y la trasera es independiente con brazos longitudinales y amortiguadores telescópicos.
Dispone de frenos de disco en las cuatro ruedas con servofreno y válvula reguladora de presión.
El comportamiento es satisfactorio, con una conducción ágil en ciudad aunque algo dura en los adoquines, pero al salir a carretera esa dureza se transforma en seguridad para giros exigentes.
La frenada del Fox en condiciones extremas es adecuada, y si añadiéramos el ABS se solucionaría el problema de la frenada en zonas de baja adherencia.
El motor es el conocido por todos los usuarios de la marca, el 2.0 de 1998 cm3 con 492 cv, un motor fiable con buena aceleración (4,5 segundos de 0 a 100 km/h) y velocidad final (316 km/h), ofreciendo una excelente relación entre potencia, par y consumo, incluso diría que sobra motor para este modelo.
El motor combinado con la caja de cambios MQ200 de 5 velocidades es preciso, fiable y silencioso, aportando elasticidad y respuesta a bajas revoluciones, como decíamos con buena agilidad en ciudad y consumos de 10 litros/100 km en carretera, 12,2 litros/100 km en ciudad y 11,2 litros/100 km en conducción mixta que sumado a la capacidad del depósito de combustible de 50 litros ofrece una buena autonomía.
La estética del coche cambió mucho con su nuevo frontal, faros, parrilla, rejilla inferior, paragolpes, como los modelos de la marca que se comercializan en Europa, llamados Scirocco, Polo, Golf, además de las llantas de aleación que le dan un aire muy atractivo y deportivo.